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Cartas de Ida y Vuelta

Al leer estas cartas uno se sorprende de que, a pesar de la popularidad alcanzada por Joaquín Edwards Bello, nunca se haya dejado marear por el halago y que jamás haya abandonado esa actitud modesta, tímida y llana que, según su hijastro Daniel, fue uno de los rasgos de su personalidad. Comentando un pensamiento de fray Luis de Granada, el periodista escribe: “El hombre que no se atropella con otros en la carrera desenfrenada de la vida es, finalmente, buscado y elevado a su pesar”, pensamiento que le calza perfectamente. Más que la opinión de los críticos, apreciaba el juicio de los lectores.

– Salvador Benadava C.